Sitios Históricos

Casa de la Cultura

La Casa de La Cultura, también conocida como «Casa de la Tahona», es un ejemplo destacado de la arquitectura popular en la calle Mitre Nº 27 en Patagones. Construida en la década de 1820, refleja el desarrollo económico y social de la región, especialmente relacionado con la industria saladeril en el Río de la Plata.

Originalmente propiedad de Bernardino Bartruille, un prominente residente local, la casa fue donada a la Municipalidad y ahora alberga la Dirección de Cultura. Además de servir como un espacio para exposiciones y actividades culturales, el edificio ha sido restaurado utilizando técnicas tradicionales para preservar su valor histórico. Es reconocido como Monumento Histórico Nacional.

Chata «La Pichona»

La «Chata», que fue refaccionada por el taller de remembranzas de Luis Facio con fondos aportados por Alberto Pozzo Ardizzi, fue depositada en la tarde del viernes 7 de Enero de 2011 en la plazoleta que se encuentra entre las calles Bernal e Hipólito Irigoyen en el acceso a Carmen de Patagones.

Según cuenta la historia, la carreta fue adquirida en 1909 por Don Cesar Pozzo Ardizzi y llegó a Patagones tirada por ocho yuntas de zainos. Por su tamaño, los vecinos la bautizaron como «La Pichona».

La carreta cuenta con dos ruedas traseras de 22 rayos de lapacho y 3,86 metros de diámetro, y un peso de 1.600 kg. cada una. Podía cargar hasta 500 bolsas.

Cuevas Maragatas

LAGUNA GRANDE
Ubicadas a unos siete kilómetros del casco urbano, este lugar, declarado histórico el 21 de abril de 1963, tiene un gran valor para la memoria colectiva de los maragatos.

Algunos de los primeros pobladores se establecieron allí, donde existía una pequeña laguna formada por un brazo del río Negro que inundaba el valle existente. Las tierras resultaban más fáciles de regar, por lo que se las conocía como «suertes de tierras de pan llevar».

En esos primeros tiempos, entre 25 y 30 familias habitaron ese paraje y tal como en la zona urbana, a falta de materiales para construir viviendas más confortables, debieron excavar cuevas en la barranca para guarecerse. Se dedicaban a la explotación de 30 a 60 hectáreas, donde producían la mayor parte de las frutas, hortalizas y vino que consumía la población del Carmen.

Fuerte Del Carmen

La Torre de la Fuerte de Patagones, construida en 1780 bajo la dirección del ingeniero José Peréz Brito, sirvió como atalaya y campanario de la capilla dentro de las murallas. Su forma es rectangular por fuera y cilíndrica por dentro, con una escalera de caracol integrada en la estructura. Desde su construcción, simbolizó el papel de Patagones en la consolidación de la soberanía hispana y criolla en la región. Fue testigo de eventos históricos como las operaciones contra los brasileños en 1827 y la revolución radical de 1893. A lo largo del tiempo, la torre estuvo en medio de disputas entre grupos católicos y masones por su custodia y función. A pesar de su importancia histórica, la torre enfrentó el deterioro, siendo amenazada durante la construcción de una escuela en 1900. Sin embargo, gracias a la intervención de los vecinos, especialmente liderados por Maria Lucia Crespo, se aseguró su estructura. En 1942, el fuerte fue declarado Monumento Histórico Nacional, consolidando su importancia como testimonio de la identidad histórica de la región.

Muelle Mihanovich

El muelle Mihanovich, construido en 1907, nos recuerda una época de gran prosperidad económica para la comarca, cuando Carmen de Patagones se constituyó en el centro comercial y de servicios de los territorios australes y valles rionegrinos, y su puerto el punto desde el cual se manejaba toda la importación y exportación de sus productos.

A mediados del siglo XX la actividad portuaria cesó definitivamente y el muelle, abandonado a su propia suerte, se fue deteriorando año a año.

Prácticamente en ruinas, el sitio fue puesto en valor en el año 2004 con fondos aportados por la Autoridad Interjuridisccional de Cuencas, con la construcción de la pasarela y la plataforma.

Palacio Municipal

En 1872, debido a la falta de fondos para construir un edificio propio, la Municipalidad de Patagones decidió alquilar una casa. En 1879, solicitaron al General Roca la cesión de terrenos y materiales del fuerte para construir un nuevo edificio municipal, lo que se concretó en 1880. Se designó una parcela y se propuso la venta de terrenos de la fortaleza para financiar la obra. Sin embargo, los intentos iniciales de construcción fracasaron debido a varios inconvenientes.

En 1882, durante un banquete, se lanzó la idea de financiar la construcción mediante suscripciones, lo que generó un buen resultado. Se formó una comisión para llevar a cabo el proyecto, con facultades para vender terrenos de la fortaleza y usar sus materiales. En 1884, se firmó un contrato para la construcción y se recaudaron fondos tanto del pueblo como de un banquete.

En 1885, se colocó la piedra fundamental y se comenzó la construcción, con posterioridades modificaciones y mejoras en el proyecto, como la construcción de nuevas salas y la adquisición de un reloj para el edificio. Finalmente, tras sucesivas modificaciones, se llegó al actual edificio municipal.

Parque Luis Piedra Buena

Hoy constituye un hermoso espacio verde de la costanera de Patagones, pero el particular interés del mismo reside en que aquí se emplazó el solar natal de Luis Piedra Buena. Este importante marino, de sustancial trascendencia en el desarrollo histórico de la Patagonia, nació el 24 de Agosto de 1833 a orillas del río Negro donde su padre tenía además de su casa, la pequeña casa comercial. Estas construcciones no lograron resistir a la terrible inundación del año 1899.

El parque se inauguró en noviembre de 1961 durante los festejos del mar trasladando el busto del prócer, obra del escultor Perlotti, desde la plaza Villarino en la cual provisoriamente había sido emplazado debido a que dicho solar estaba ocupado por la compañía naviera Mihanovich.

En su interior se levanta el monumento recordatorio a su ilustre figura, a sus pies se encuentra emplazada una vieja ancla quitada al mar en el año 1948; la cadena que lleva es histórica ya que perteneció a una ballenera del insigne navegante  que quedara varado en la isla de los crespos, aguas arriba de Carmen de Patagones.

Pasaje San José de Mayo

El Pasaje San José de Mayo, nombrado en honor a la ciudad uruguaya hermana, ofrece una vista encantadora del Poblado Histórico y de Viedma. Inicialmente llamado Dr. Baraja, era una escalinata que salvaba una barranca con un desnivel de unos quince metros. En el siglo XIX, el terreno pertenecía a Fernando Escudero y su viuda, Casilda Pazos de Escudero. En 1858, la Municipalidad decidió cerrar un callejón y comprar un terreno para el pasaje, concretándose la compra en 1859. Debido a su inclinación, se construyó una escalinata de cemento en 1962 para convertirlo en una vía peatonal, aunque algunos jóvenes aún intentaban circular con vehículos. Para evitar esto, se colocaron cañones antiguos y cadenas en los extremos del pasaje.

Puente Ferrocarretero

El Puente Ferrocarretero, también conocido como puente viejo, conecta Viedma y Carmen de Patagones sobre el río Negro, siguiendo la antigua Ruta Nacional Nº3. Construido para mejorar el desarrollo económico y social de ambas ciudades, abarató costos de transporte y agilizó la actividad comercial al unir las dos márgenes del río. Su construcción comenzó en 1927 y estuvo a cargo de Ferrocarriles del Estado y la empresa alemana Dickerhoff y Widmann.

El puente mixto ferroviario y carretero tiene una longitud total de 268 metros y consta de cuatro tramos apoyados en pilares, incluyendo un tramo basculante para permitir el paso de barcos. Su capacidad de carga máxima es de 635 toneladas por tramo. Se destacan las precauciones de seguridad, como la posibilidad de dinamitar el pilar central en caso de necesidad.

La parte basculante del puente solía ser accionada eléctricamente desde una sala de máquinas, aunque este sistema dejó de funcionar en 1957. El último accionador del sistema, Don Rosario Dominicci, lo operó por última vez en 1957. Otro trabajador, Don Rosario Melluso, recordaba su participación en la construcción del puente y los detalles de la vida en esa época, incluyendo los salarios y las condiciones laborales.

Rancho «La Carlota»

La Casa Carlota Martínez de Ibáñez, en Carmen de Patagones, es un ejemplo destacado de la arquitectura popular. Se desconoce la fecha exacta de construcción, pero se sabe que fue a principios de 1820. Es un testimonio del desarrollo económico y social de Patagones tras su conexión con Buenos Aires. Construida con materiales rústicos, la casa debe su nombre a Carlota Martínez de Ibáñez, una de las primeras familias pobladoras. Después de años de deterioro, la Municipalidad la restauró en 1969. Se creyó erróneamente que la casa fue habitada por Bartolomé Mitre. Hoy es parte del Museo Histórico Regional «Emma Nozzi» y forma parte de los Monumentos Históricos Nacionales.

Templo Parroquial

El Templo Nuestra Señora del Carmen, inaugurado en 1780, fue la primera iglesia en Carmen de Patagones y en la Patagonia Argentina. Después de varias etapas de construcción y ampliación, se convirtió en un símbolo de la ciudad. La obra comenzó con un pequeño salón y, en 1880, se colocó la piedra fundamental para la construcción actual. Durante años se realizaron mejoras, incluyendo la adición de naves laterales y las torres. En 1937 se instaló la estatua de Nuestra Señora del Carmen en el frente del templo. En 1951, la imagen fue nombrada Generala del Ejército Argentino. Se realizaron restauraciones en 1979 y se construyó un mausoleo en 1987 para los restos del comandante Luis Piedra Buena y su esposa Julia Dufour. En 2003, fue declarado Monumento Histórico Nacional.